Paso a paso, el libro sigue su curso: Hace un par de días lo registré y por lo que dijo la funcionaria que me atendió, muy amable ella, los efectos de protección ya cubren mi pequeña contribución al mundo de la propiedad intelectual, jeje! Únicamente falta que me den un papelillo que, por lo visto, tarda un mes y medio.
El siguiente paso es enviarlo a las editoriales para que, si es de su gusto, vea la luz en papel. Y a ello me pondré desde ya.
Al hilo de esto una reflexión: ¿en qué momento se convierte uno en escritor? ¿desde el momento en que escribe o desde que le publican su primera obra? De vez en cuando me vienen a la mente estas preguntas, que no son más que la repetición de otras que ya me hago desde hace tiempo y que hasta ahora no les he dado respuesta: ¿uno "es" la profesión de la que ejerce, los estudios que tiene o lo que le gusta hacer? Hay quien se identifica con su profesión, quien se presenta con sus títulos académicos por delante de su nombre y pocos por sus aficiones.
Quizá este último grupo sea el que menos adeptos cuente porque la inercia hacia lo fácil y a la convención social nos lleva a presentarnos y juzgarnos como la mayoría lo hace. Sin embargo, las circunstancias que vivimos, la manera en que las propiciamos y las interpretamos, nos individualizan y definen mucho más que un "yo soy médico / yo soy dibujante". Es por esto por lo que pienso que nuestros gustos y hábitos nos definen más que cualquier profesión o vagaje académico.
¿Vivo de escribir? No.
¿Mis estudios me acreditan como escritor? No.
Me gusta escribir y lo hago (la calidad con la que lo hago que la juzgue cada cual) como también me gustan otras cosas a las que también dedico mi tiempo.
El siguiente paso es enviarlo a las editoriales para que, si es de su gusto, vea la luz en papel. Y a ello me pondré desde ya.
Al hilo de esto una reflexión: ¿en qué momento se convierte uno en escritor? ¿desde el momento en que escribe o desde que le publican su primera obra? De vez en cuando me vienen a la mente estas preguntas, que no son más que la repetición de otras que ya me hago desde hace tiempo y que hasta ahora no les he dado respuesta: ¿uno "es" la profesión de la que ejerce, los estudios que tiene o lo que le gusta hacer? Hay quien se identifica con su profesión, quien se presenta con sus títulos académicos por delante de su nombre y pocos por sus aficiones.
Quizá este último grupo sea el que menos adeptos cuente porque la inercia hacia lo fácil y a la convención social nos lleva a presentarnos y juzgarnos como la mayoría lo hace. Sin embargo, las circunstancias que vivimos, la manera en que las propiciamos y las interpretamos, nos individualizan y definen mucho más que un "yo soy médico / yo soy dibujante". Es por esto por lo que pienso que nuestros gustos y hábitos nos definen más que cualquier profesión o vagaje académico.
¿Vivo de escribir? No.
¿Mis estudios me acreditan como escritor? No.
Me gusta escribir y lo hago (la calidad con la que lo hago que la juzgue cada cual) como también me gustan otras cosas a las que también dedico mi tiempo.