jueves, 27 de octubre de 2011

Guerra Z-Evil (Condenados)

Lo más exacto que podían decir los partes meteorológicos era que el tiempo en el frente era incierto, sin embargo, los que iban y venían o iban y morían en él, sabían que sobre ciudades, pueblos y villorrios, sobre bosques, valles y gargantas, allá adonde la guerra llegaba, una niebla espesa, casi masticable, amparaba al cielo de los humanos, y a los humanos de la vida.

Sabían los combatientes que no bastaba con alejarse de las trincheras, pues la niebla, como un tufo gris, los seguía incluso cuando en los descansos se acercaban a la taberna o puticlub de la aldea más cercana. Allí, se cruzaban las miradas de los republicanos y los nacionales, de los italianos, los alemanes y de los brigadistas internacionales y, en todas ellas, cualquiera con ganas de ver veía el miedo a la niebla que los esperaba más allá de puertas y ventanas.

-¿Subes, guapo?

Seguro de que un poco de diversión le vendría bien, seguro de que un poco de diversión le ayudaría a olvidar, la acompañó al cuarto escaleras arriba. A los pocos minutos la chica bajaba dando alaridos. Cuando volvió en sí, contó que algo, quizás humo, había roto la ventana y a la cavernosa voz de “¡A trabajar!” se había llevado a su cliente, mientras lo agitaba en el aire como a un monigote de trapo.

-¿Has atrancado la puerta de arriba?

Antes de que le diese a responder que no, la niebla inundó la sala, volvió a gritar “¡A trabajar!” y se llevó a los soldados al frente.

4 comentarios:

angie dijo...

Hola!!!!

Metalsaurio dijo...

Angie!

Es increíble! Precisamente ayer pensé: "¿qué habrá sido de Angie y su blog?"...y mira, aquí estás :D

Un saludo!

Rebeca Gonzalo dijo...

No sé si da más miedo la niebla como tú la describes o la vuelta al trabajo después del fin de semana je, je. ¿Qué tal todo?

Besotes.

Metalsaurio dijo...

Casi más la niebla, que a día de hoy tener un trabajo (junto a sus ingresos) es un lujo! :D

Gracias por pasarte por aquí, Sechat.

Un saludo!